Κυριακή 9 Νοεμβρίου 2008

Soul meets body

No, no creo que siempre haya sido así. Vengo y voy como diciendo "mírenme que ahí estoy", pero callada tomo mi puesto y bajo la cabeza. Me río de los chistes ajenos con cierta suspicacia -qué es lo que da risa, por qué da risa, para qué da risa-. No necesito esto, no quiero esto. Mi asiento en el metro es de los laterales. Al lado va una señora que tal vez se llama Julia, que se sienta y mira al piso -qué hacer de comida, cómo se me ocurrió subirme al metro a esta hora, cómo sobrevivo a este ritmo, a este día, a estas noches-. No hay gestos faciales. Sólo tedio y algo de impotencia.

Frente a mí, una pareja de escolares se dan besos, demasiado besos para mi gusto. Las manifestaciones públicas de amor deberían ser reguladas por alguna ley (¿o ya lo son?) y se miran libidinosamente -amor para siempre, las manos transpiran, quiero que me miren y que todos sepan que existo-. Nadie está cómodo con el espectáculo. Ni siquiera ellos.


Al frente de los escolares va una joven. No sé su edad. Tiene cara de veinti-tantos y ojos de 90, va ensimismada y no se ríe cuando la guagua de una joven de no más de 15 años le hace chistes -por qué me levanté, para qué me levanté, por qué queman cristianos en India, en qué estaban pensando los mártires, habrá sido linda Juana de Arco, no me gustan los perros, odio la mañana siguiente-. Un pito suena. Afuera otra vez.

6 σχόλια:

Tito Manfred είπε...

Hmmm... ¿no era que no te gustaba el inglés? En todo caso, bonita canción.
Pucha, no poh, no permitas que tus ojos envejezcan, gerontofóbica, y deja tranquilo a los niñitos sexuados: hay que amarse desesperadamente en noviembre, qué importa el pudor. Tienes que hacer como yo: viajar a la semilla. Te lo dice el más pendejo de los pendejos, que así y todo vive angustiado.

P είπε...

Tres post Death Cab for Cutie.

A mi ex -y futura!- también le incomodaba darme besos en la calle.

Yo opino que no importa tanto.

P

P είπε...

Ay no, el primero no es de Death Cab.

Aureliano Buendía είπε...

Gracias por parsarte por mi Macondo.

En cuanto a los besos, hay veces que uno no puede reprimirse aunque hay veces que la gente se pasa.

Un saludo desde Macondo.

Diva. είπε...

Jajajaja
Te noto cansada, observando todo de una manera bastante resignada?
Con respecto a los adolescentes, es normal que se den besos, a veces muchos, supongo que es parte del revoltijo hormonal, ademas quien no ha hecho eso?
Saludos

Paula Ebiru είπε...

A mi me pasa que a veces me cae tan mal algo que veo en le metro, en la micro, que pongo una cara horrible y ansío que quién osó en realizar dicha acción me mire y se entere de mi desagrado y total repudio... fijo que no me miran, pero después lo agradezco porque siento que mi vida podría haber corrido riesgo.